martes, 10 de julio de 2012

Pensándote


Suelo despertar pensándote
En el amanecer de mi días, en el final de mis ocasos
En que mis ojos son los tuyos cuando tu mirada me moldea
Me reconoce el alma

En tu mano en mi espalda mientras camino
O en el sueño incumplido que compartimos
Sin precios ni olvido, sin importar el que dirán

En el peso de tu nombre sobre lo lindo
En el suspiro del alivio cuando te siento respirar
Son tus piernas enredadas en mis sábanas mudas que aprenden a amar

Suelo apagar mis luces pensándote
En el final de mis ocasos, en el principio de los días
Y así toda mi vida hasta el final
Pensándote, amándote.

jueves, 9 de febrero de 2012

Oración (caminantes)

Miro el cuadro ahí colgado, y no es lo que veo sino lo que representa.  Sin querer te mezclaste en mis minutos, para vivir mis sueños que son los tuyos. Fuerzas. Es tu mano la que me ayuda ante las miradas extrañas y hostiles, ante mi ser devorador de ambiciones.
Tu presencia me marca la belleza del camino y aniquila la soledad que me atormenta. Todo es posible si te tengo a mi lado, dentro de mí latiendo. Hay horizonte en los pasos, hay tierra que cruje en su llamado y somos invencibles mi amor, somos eso juntos. Ni vos ni yo. Los dos, caminantes, ambos somos. 
Amén.

domingo, 29 de enero de 2012

Desconocida

A veces presiento que me equivoco, desconocida
Desconozco todo que lo pueda querer
Pretendo quererte ya desde mis sueños
Y por casualidad, caigo rendido.

Mi adicción sos, desconocida
Como conocida mi adicción a verte crecer
Pétalo por pétalo, pie tras pie

Vida para conocerte, desconocida
Amor para reconocerte mía
Para reconocerme tuyo.
Desconocido, desconocida
Te tiendo mi mano.

lunes, 16 de enero de 2012

Pan casero y sueños despiertos

   Es pequeño pero se le atreve al mundo que no conoce. Oscarsito sale casi todas las tardes a recorrer los barrios vendiendo pan casero y no se queja del calor. Ama los animales, principalmente a los perros. En el barrio ya es famoso por encontrar caninos perdidos o por ubicar cachorritos abandonados a su suerte para entregárselo a los vecinos. Oscarsito crea cada tanto mejores familias.

   Hace poco su precaria vivienda (la que habita con su numerosa familia) se quemó casi por completo. Fue en uno de esos incendios que se generan por el intenso calor y la irresponsabilidad de algunos que queman campos para que caiga la lluvia. La solidaridad de otros hizo que de a poco él y su familia vayan remplazando las cosas que habían perdido.

   Lo recuerdo una vez cuando generosamente trajo a mi perro malherido en una carretilla, lo escuchó llorar al costado de un camino y no dudó en auxiliarlo. Lastimosamente fue tarde: el fierrazo en la cabeza liquidó al bóxer camino al veterinario. A pesar de la maldad de la gente Oscarsito cumplió.

   Demás esta decir que los panes caseros que hace su madre son muy ricos. Además son baratos, lo que hace posible que al final del día su canasto quede vacío. Oscarsito no conoce el mundo y mira poca televisión, trabaja desde pequeño y no entiende cuando le hablan del “hombre nuevo” porque para el todo siempre fue igual. La política son solo esos tipos que se acuerdan de la gente cada tanto para luego desaparecer hasta nuevo aviso o campaña electoral.
   
   Se sorprende a veces cuando le paso la mano para saludarlo. No está acostumbrado a que lo saluden como a un igual, mirándolo a los ojos. La sociedad a veces se auto jerarquiza porque puede comprar un pan casero a alguien que “pobrecito” tiene que salir a vender. Quienes suelen rascarse hasta fin de mes (los que se comen los 29) son de algún modo los peores. Oscarsito tiene claro que el trabajo dignifica y que no tiene que avergonzarse por ello, igualmente le gustaría poder jugar al fútbol en la cancha del barrio, pero los vecinitos suelen ser algo discriminadores.
   
   Oscarsito sueña con ser Don Oscar y tener sus propios caballos. Es por eso que trabaja sin descuidar la escuela. Todavía no le llaman la atención las mujeres, pero eso va a ser algo que descubrirá Oscar. Mientras tanto vende pan casero para soñar despierto un mañana mejor.

martes, 1 de noviembre de 2011

Conflicto

Cuatro paredes y reflexiones sobre el quehacer. Cada momento es el primero, me lo dijo John. Entre la guerra y el amor siempre existen confundidos, aquellos que jamás se atrevieron a oler una flor. Duro es el suelo y áspero el sueño incumplido pero infinito el cielo a conquistar.

Y es que Hollywood nos vendió cada cosa, que cuesta poner cada cosa en su lugar. Tiempo al margen que no existe, que se consume en otro seca de oportunidad. Sexo y habilidades reptiles devoran esas inconscientes ganas de ser. Perdón al extravío, suerte al comenzar.

Olvido necesario, presente para caminar junto a vos. Respiro.

sábado, 22 de octubre de 2011

Dibujos

Jamás te miré a los ojos.
Tal vez no acepto que los modos cambiaron.
No te conozco, no me conocés.
Sin embargo, sin embargo…

Jamás toqué tu piel, ni te rodeé con mis aromas.
Tal vez quiera aceptar que cambiaron los modos.
Quizás me interesa conocerte.
Sin embargo, sin embargo…

Comunión.
Pensamientos y admiración.
Ternura y coincidencias, respeto y consideración.

Jamás entendí estas cosas
Sin embargo, sin embargo…
Vuelvo a empezar.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Cabeza de bola (catarsis)


Helado.  Inmóvil  en el conteo de esto que desafía a la razón.  Frío, mucho frío, como el que sentía aquellas mañanas donde todo era calor. Un poco de desesperación y una catarsis que  pronto encontrará final.

¿Cómo extrañar, si parezco no haber conocido? Conocí mi ilusión y me corrió el espanto. La cobardía no tuvo lugar, y como soldado no abandoné mi rifle hasta que una bala en el corazón ordenó  que lo suelte. Qué balazo, caí tirado en pleno vuelo desde lo más alto.

Como de levantarse se trata, me paré desorientado. Mi norte es cuestión sobre cuestión y el drama es el amigo común.  No hay derrota en lo que fue victoria, pero hay desconsuelo en los sin por qué.

Los cimientos están y la voluntad también. Mil historias se recrean y cada amanecer es una nueva aventura. El desafío es crecer, el deber es construir. Sin más, otra catarsis (y más) que encontró final.