martes, 22 de septiembre de 2009

Septiembre

Ahora dicen que sale el sol, que las plantas florecen, y que hay otra oportunidad.
¿Sabías que también existen plantas sin flores, que se las rebuscan para brillar?.
No es tan solo el paisaje idílico, es intentar respirar.
Con el "si" de las chicharras, muertas en algún lugar.
Son once meses y algo mas
son muchas cosas, y un nuevo tropezar
Un nuevo amanecer, nada para destacar
Solo esperar y esperar...
Comprendí que en septiembre mis flores no reviven
no es esta...mi ansiada primavera...

Dios, no es culpa de Marx

No es fácil descifrar tu línea, lo que es verdad o no. No pasa porque te crea, ni por tenerte miedo, sino por creer en mi. Soy soberbio y tu soberbia me castiga, sabete muerto en mis decisiones, se que escribo para el aire.

Y no es fácil escapar a una vida, la gran mentira que tu clero sabe armar. No tengo miedo, tampoco creo en tu mas allá, si tu castigo es factible, me lo hacés notar. Y si no, me da igual. Que carajo de angelitos, ni omnipotencia, ya no saben de que hablar. Hermoso cuento de hadas, creadores de ingenuidad.

Castigame porque estoy vivo, envidiás mi mortalidad. Condenado estoy y condenado supe estar, ¿que más da? Estoy arrojado a ser, a explotar más allá de lo que mi mente piensa llegar. Y es así y es asá. Ya fue todo, buen caminar.

martes, 15 de septiembre de 2009

Remolque

El le dijo que la amaba, y ella le dijo que le tenía ganas. Pudo haberle mentido, pudo haber jugado, decidió enfrentarlo y el no se achicó.
Y jugaron a que jugaban a amarse, y disfrutaron hasta de lo que no tenían que disfrutar. Se escondían y encontraban, se fundían y enterraban. Todo a la vez.
Pasaron encuentros y el ya no entendía, confundía su ritmo cardíaco la musa libinidad. Y fue así que el tipo se enganchó al remolque que lo iba a arrastrar. El remolque se iba y el prendido atrás.
Ella reía y el se lamentaba, era un loco poeta que lo que hacía era buscarla. Le regalaba flores de colores y versos inauditos, mientras ella corría tras la billetera de un galán con buena posición social.
Y el vió frustrados sus intentos, y quemó el libro que nunca será leído.
El le dijo que le daría la vida, ella contestó que no tenía ganas.

No murió

Pepe y Chiquita pasaron juntos casi la vida entera, casi. Se llevaban muy bien, eran buenos complementos. Un día Pepe empeoró de salud, y la muerte pasó por su habitación. Nadie entendía nada, y no hubo nada que las lágrimas no cubrieran. Ella conmovida no lo podía creer. Su compañero, el amor de su vida dejó de respirar. Los recuerdos pasaban a mil, mientras ella contemplaba una cara pálida y tocaba unas manos frías, era su ultimo adiós. Fue terrible, fue tanto amor, fue su vida y sin él no sabía ser. Chiquita salió a la sala donde la gente, y gritó contra el pecho de una amiga... "Quiero irme con él". El amor no murió. Silencio en la sala...

jueves, 3 de septiembre de 2009

Suma y resta

Desagradecimiento al por mayor.
Hedonismo superior, calan los gemidos en camas de plaza y media.

Repartija de amistades, entre placeres y podredumbre existencial.
Carnaval de caretas, condenas premeditadas,
inocencia astuta, as de espadas.

Filosas acciones, calientes palabras,
arden las conciencias sobre la vieja almohada.

Cariños ficticios, desengranaje hormonal
calentura expuesta, ilimitado accionar

flujos corporales pisoteando amistades
carencia de ideas, poco andamiaje

suma y resta, poca claridad
suma y resta, todo da igual