lunes, 7 de marzo de 2011

Algo nuestro

   Hola pequeña, deja ya tus pastillas. Tu sonrisa siempre es esperanza, me gusta verte caminar. Y aunque lo intentes y aún no salga lo intentas. ¡Que orgullo haberte sentido mia! aun siendo mi pobre ilusión.
   Y el dolor de tiempos atrás, transformalo. Florecé pequeña, no hay por qué esperar. Las voluntades son grandes, las virtudes también. Tu poder es inmensamente colapsador, tu furia siempre huracanada. Todavía me vibran los pies.
   Canciones de Boulevard Harbour, conmigo para siempre mi amor. Aunque nunca nos hayamos fundido, siempre habrá tiempo para hacer y deshacer. Sin miedo, con pasión suicida andá a buscar lo que es tuyo, lo que por esfuerzo merecés.
   Que lindo recordarte en los abrazos, que hermoso era buscarte y no encontrarte. Que dulce honor fue darte todo de mí. Que terriblemente cómodo me resulta quererte. Sonreí, dale. Asi felices ya somos dos.


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